Declarada Bien de Interés Cultural, la Iglesia Parroquial de San Andrés es un edificio gótico mudéjar de mediados del siglo XIV.

Está realizada con piedra de mampostería y ladrillo sobre una planta de tres naves separadas por pilares cruciformes que soportan arcos apuntados. La cabecera es poligonal y contrarrestada por contrafuertes muy acusados y cubierta de diferente altura que el resto del edificio.
La portada principal llama la atención por su estilo cordobés. Actualmente ha perdido los antiguos escudos de piedra que completaban su ornamentación.

La puerta principal está escoltada por dos pilares de un antiguo pórtico. Sus capiteles muestran escudos de los Enríquez, fundadores del templo.

Comenzando por el presbiterio, el retablo mayor es una obra neoclásica al igual que dos esculturas que muestran y que representan al Padre Eterno y a San Andrés a quien está consagrado el templo. La decoración del altar se complementa con dos escudos y dos pinturas.

El suelo del presbiterio acoge varias lápidas sepulcrales. La pila bautismal, por su parte, está decorada a base de flores de lis en relieve.