Ceinos de Campos
Hay que trasladarse a la época romana para tener las primeras noticias sobre asentamientos de población en estas tierras, que más adelante servirían de cobijo a la localidad de Ceinos.
El primer núcleo estaba situado en el pago de la Fuente Santiago; ya en la Edad Media, los Caballeros de la Orden de los Templarios dejaron buena cuenta de su paso por este lugar, fundando el monasterio de Santa María del Temple.
Este monasterio románico fue levantado en piedra a finales del siglo XII; cuando la Orden Templaria desapareció en 1312, el monasterio se convirtió en Iglesia parroquial. El paso de los años redujo a ruinas el primitivo templo, por lo que a mediados del siglo XIX fue cerrada y totalmente desmantelada, aprovechándose sus materiales para realizar otras edificaciones. Se conservan los restos de una arquería que están expuestos al público en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y los existentes en algunos arcos de empotrados en vivienda. Estos restos constituyen uno de los elementos más importantes del Románico en Valladolid.
La posibilidad de observar y fotografiar la fauna característica de estas estepas hace pensar en el desarrollo de un turismo en auge hoy en día como es el naturalista y más concretamente el ornitológico, con especies como:
Avutarda, perdiz, codorniz, liebre, abubilla, cigüeña, buho, tordo, cernícalo.
En estas planicies cerealistas se dan cita algunas de las comunidades orníticas más importantes de la Península Ibérica, siendo uno de los paisajes que mayor diversidad de especies presentan, por encima incluso de muchos bosques. Cabe destacar por su importancia las aves esteparias: avutardas, sisones, gangas, ortegas, alcaravanes, aguiluchos cenizos, que encuentran en estos campos uno de sus últimos reductos.
Importante destacar el paso del Arroyo Bustillo
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