Edificio del siglo XVIII, aunque en su proceso se siguieron varias etapas. Es obra de ladrillo y tapial y tiene una sola nave con planta de cruz latina, cubriéndose con bóveda de cañón con lunetos y cúpula sobre pechinas en el crucero. La puerta principal tiene arco de medio punto, siendo su fábrica de sillería.
La espadaña, es de ladrillo y tiene dos cuerpos que se levantan igualmente a los pies del templo.

Lado del Evangelio: Retablo barroco s. XVIII, con escultura de San Roque del mismo momento.

El retablo colateral, neoclásico, reformado en 1805, por el tallista Segundo de Baco, riosecano y dorado por Toribio de Cospedal.

Presbiterio: Retablo neoclásico con relieves de la Asunción y Adoración de los Reyes, del mismo momento y en el cuerpo, escultura de la Asunción. En el segundo, esculturas romanistas de la Virgen y San Juan, s. XVI procedentes de algún Calvario. En el centro San Pedro en cátedra del s. XVIII. En el ático, Inmaculada.

Lado de la Epístola: Retablo colateral, neoclásico y con la misma historia que su compañero; en su hornacina central, grupo de la Piedad, del s. XVIII. Retablo del s. XVIII con escultura de San Isidro del mismo momento.

Sacristía: Dos pinturas sobre tabla representando la Circuncisión y la Huída a Egipto(hacia 1530).
Custodia, de talla, s.XVI, con relieve de la Resurrección de Cristo en su portezuela; Inmaculada del s. XVII. Crucifijo, ultimo tercio s. XVII. Custodia de plata sobredorada; fines s. XVI. Cruz parroquial, hacia 1560. Lo más destacable de ella es su Crucifijo, que denota el influjo de la escultura berruguetesca. Cáliz, último tercio s. XVI y Hostiario del último tercio s. XVI, de excepcional calidad relacionable con el estilo de Juan de Arfe.