Iglesia de San Justo y Pastor

Declarada Bien de Interés Cultural.

Edificio mudéjar construido en el s. XVI, con tres naves separadas por esbeltas columnas de orden jónico. Su cubrición se realiza con artesonados mudéjares, de lazo de diez, que constituyen el mejor ejemplo de los conservados en la provincia.
La capilla mayor está cubierta con un excelente artesonado con labores de lacería, policromado y piñas con mocárabes.
El acceso al templo se realiza por la nave de la Epístola a través de puerta adintelada precedida de pórtico. A los pies se levanta la torre de ladrillo, que consta de dos cuerpos, albergando en el interior de su cuerpo bajo, una capilla cubierta por bóveda de crucería gótica.

Nave del Evangelio: Lucillo renacentista, con pintura sobre lienzo de Santiago Matamoros, y Padre Eterno, ambas del s. XVII. Esculturas de San Antonio de Padua y de San José, del s. XVIII. 

 

En un pilar de la cabecera se encuentra, empotrado un pequeño relieve, en piedra caliza, de un Calvario, obra gótica de inicios del s. XVI que tal vez, proceda de un sepulcro de la familia Ceinos, relacionable con el estilo de Alejo Vahía. Retablo colateral, salomónico, dedicado a la Virgen de la Soledad. Talla de Jesús Nazareno, del s. XVIII y dos ángeles tenantes de escudos de la familia Ceinos del escultor Alejo de Vahía.

Presbiterio: Su retablo mayor fechable hacia 1580 y de diseño muy elegante consta de dos bancos y dos cuerpos. En su banco; relieves de San Juan Evangelista y San Marcos. En el primer cuerpo; esculturas de San Gregorio, San Justo y Pastor y San Agustín. En el segundo banco: relieves de los evangelistas Mateo y Jucas. En el segundo cuerpo: Esculturas de San Ambrosio, martirio de los santos titulares y San Jerónimo. En su ático, las figuras del Calvario. En su custodia junto con pequeñas esculturas de San Justo y Pastor, figura un relieve en la portezuela de Salvador. En su interior una magnífica pintura de la Sagrada Cena. El retablo se comenzó a dorar en 1597 por Santos del Val, pintor de Dueñas que lo dejó sin concluir hasta 1629, se hizo cargo de su pintura y estofado el pintor palentino Pedro de Roda.

Nave de la Epístola: Retablo colateral rococó, ultimo tercio del s. XVIII. Dos relieves en su banco representando a San Antón y San Pablo ermitaño y el Milagro de San Antonio con los peces y escultura de Cristo yacente de fines del s. XVII. En el primer cuerpo: tres esculturas de San Antonio Abad, San Elías y San Antonio de Padua y un relieve de San Francisco de Regis corona su ático. Sobre la pared de la nave: dos ángeles tenantes de escudos de la familia Ceinos, atribuidos al escultor Alejo de Vahía. Excelente Crucifijo del segundo tercio del s. XVI. En una hornacina renacentista se venera una de las piezas más sobresalientes del templo. Calvario gótico de la primera mitad del s. XIV, en madera policromada.

Sotocoro: Antigua capilla funeraria de la familia Ceinos, de donde proceden las esculturas de ángeles, originales de A. De Vahía así como la lápida sepulcral que en la actualidad sirve de frontal en el altar mayor. En su interior Crucifijo gótico del s. XIV.

Sacristía: En su interior se han reunido numerosas imágenes procedentes de las desaparecidas parroquias de San Pedro, San Juan Bautista, Santa María de la Asunción y de San Mamés. Existen también obras de plata que merecen ser catalogadas.

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