Está construida en ladrillo y tapial, con dos fachadas sencillas, dispone de tres naves separadas entre sí por pilares cilíndricos de orden toscano.
La Iglesia del Salvador llama la atención por su espaciosidad, ornato y bella disposición.
Dos portadas se sitúan respectivamente en la nave del Evangelio y en la de la Epístola. Toda su arquitectura es ligera y elegante.

La torre que se levanta a los pies del templo y se remata por chapitel.

Nave del Evangelio: Cancela barroca del siglo XVIII con herrajes de la época. El púlpito tiene tornavoz del siglo XVIII.

Presbiterio: El retablo mayor, de traza monumental, sería realizado hacia 1720 corriendo a cargo del escultor riosecano Tomás de Sierra la labor escultórica.

Nave de la Epístola: Retablo colateral, barroco, del siglo XVIII.

Sotocoro: En su interior se han instalado una serie de esculturas y pinturas que pueden destacarse por su especial importancia. Dos esculturas góticas, de comienzos del siglo XVI de San Juan Evangelista y de San Blas.

Coro: La sillería, del siglo XVII, se compone de catorce sitiales.

Sacristía: Restos de un retablo con pinturas de San Marcos y San Mateo del siglo XVI.

El órgano de la iglesia fue construido por el magnífico organero palentino Tadeo Ortega entre los años 1788 y 1790. Es de estilo barroco.